Hoy quiero contarte algo de mis procesos mentales
Hace unos años, fui a un concierto de Nacho Vegas en el Palau de la música. Tras varios discos de cortarse las venas pero profundamente bellos, Nacho se transformó a músico de canción protesta. Por ejemplo con la canción Runrún, que tiene versos poderosos como «Nos quieren en soledad nos tendrán en común»
Escucha la canción
El concierto formaba parte de un festival que estaba patrocinado por un banco. Empezó con mucho retraso y se abrió con una parodia de un conocido anuncio (del mismo banco) que reinvindicaba el derecho a la vivienda. Después de eso, un conciertazo.
Tanto me gustó que busqué críticas al día siguiente y me encontré con la explicación del retraso en la hora. (Puedes leer la noticia aquí) Antes de salir, ocurrió una pugna entre el músico y los organizadores del tipo “Si quieres salir no puedes poner ese video” “Si no se pone ese video, no salgo”
Ganó Nacho, en un gran ejemplo de petarlo desde dentro… Y ese día para mí, la credibilidad de ese músico se multiplicó por mil. (Aunque por supuesto haya cositas que se le puedan poner en cuestión a este hombre, cómo a todas ¿no?)
¿Y por qué te cuento todo esto?
Porque últimamente algo me estaba rechinando mucho y tenía que ver justo con esto, con la coherencia. A mí la coherencia me pone. Me da mucho mucho gustito y gestos como ese me sirven de inspiración.
Mi trabajo consiste en crear y facilitar espacios de cuidado, y cómo ya sabes, lo hago con una mirada feminista y crítica. Así que empecé a sentirme muy incómoda en redes, porque no me gusta el algoritmo que nos roba la autonomía, no me gusta que me exploten haciéndome crear contenido para grandes empresas que ni saben quiénes somos ni les importa, y no me gusta que se aprovechen de los datos de las personas que confiáis en mí.
¿Qué es lo que me estaba cortocircuitando la cabeza?
En primer lugar la lógica capitalista de las redes sociales (hola feminismo, ¿Dónde te quedaste?):
Tanto Instagram como Facebook funcionan con algoritmos que cambian a cada rato. Estas plataformas evalúan constantemente si mi producto (o sea yo) soy suficientemente interesante para salir en tus noticias, de forma que puedes seguir mis cuentas, y aún así que no te llegue mi contenido, por ejemplo.
Además… navegar por ellas nos pone en situaciones de comparación, nos lanza mil mensajes que no hemos pedido y en general NOS HACE MAL. Esto nos atraviesa a todas pero además, a las personas que usamos las redes como altavoz de nuestro trabajo, se nos “exige” que creemos contenido continuamente.
“Hablan de crear contenido, cuando a mi me gustaría crear continentes”
Eso dice mi querido Sergio Copón en su maravilloso video poema “CONTENIDO o la insoportable levedad de las redes sociales”
Mira y escucha el poema
Total, que después de muchas vueltas… voy a hacer algunos cambios en Artombú porque quiero ser coherente. Porque NECESITO SER COHERENTE. Y eso es lo que quiero ofrecerte, no sólo en el fondo, también en la forma
Así que te propongo jugar a otro juego… No desapareceré de las redes (de momento!) pero te animaré a usarlas para irte de ellas!
¡¡Cambios que se vienen!!
- Proteger mejor tus datos: Cambio en la plataforma que alberga los encuentros, en breve pasaremos a Jitsi!
- Huir del algoritmo, para que que tus decisiones sean respetadas! Nuevo canal de Telegram, donde además de recibir las actividades que voy ofreciendo, tendrás contenido rico exclusivo y comentable (sin saturar tu móvil de notificaciones!)
ÚNETE AL CANAL AQUÍ
¿Y porqué puede interesarte seguirme en Telegram o en la newsletter?
Porque muy pronto va a llegar contenido nuevo y muy jugosito, con la ayuda de una red estupenda de Arteterapeutas poderosas que van a colaborar conmigo en un nuevo proyecto preciosérrimo que estamos preparando… os iré contando quienes, cuándo y cómo pero os adelanto que seremos #suficientementebuenas!!!
Yeah! Vamos a jugar más bonito… a crear significados juntas y a cuidarnos mucho mucho!
Es curioso que la referencias hoy me hayan salido masculinas… y es que no se trata de lo propio o lo ajeno, de esas cajas en las que quieren que encajemos, se trata de lo que nos de calor, nos sostenga y nos refuerce!
Cierro con otra canción; ya que la cultura nos conforma, ¡escuchemos mensajes que nos nos hagan daño!
SOY YO, DE BOMBA ESTÉREO
(Ojo al videoclip que es una delicia)