NO NECESITAS EXPRESAR MEJOR TU RABIA
Sentir que no expresas bien tu rabia es un clásico de las mujeres. Estoy segura de que alguna vez lo has sentido así, y muy probablemente esto haya ido acompañado de emociones como culpa o vergüenza. Pues bien, quiero decirte algo, no necesitas expresar mejor tu rabia, necesitas legitimarla y darle valor.
En primer lugar, esto no te pasa porque tengas mala suerte o te lo hayas montado mal, te pasa por ser mujer y te pasa porque te han hecho comprender de muchas formas y en multitud de ocasiones, que si expresas la rabia eres responsable de lo te pase después. Nada más lejos de la realidad.
La condena de cómo expresas tu rabia es un mecanismo de control para que no molestes y seas más vulnerable.
Vamos a lo esencial, la rabia es una emoción básica, una respuesta de supervivencia que pone tu energía a tope para poder luchar contra un estímulo que te pone en peligro. Cada vez que tu rabia se activa es porque has vivido algo injusto; se te ha maltratado, humillado, faltado al respeto, no se te ha tenido en cuenta o se te violentado de alguna manera. La ira intenta ponerte a salvo.
La ira es también una emoción que si eres mujer te han reprimido; te han enseñado a no sentirla, a no expresarla y a sentirte mal si lo haces y lo hagas como lo hagas. Sin embargo, sigues sintiéndola, porque como te digo es un mecanismo básico de tu sistema. Como no puedes dejar de sentirla, te machacas por la forma en que la expresas.
Entonces piensas cosas como “No debería expresarla gritando” “no debería alterarme al expresarla” “debería expresarla pausadamente” Te vienen ideas como no perder las formas, no decir palabrotas, escuchar activamente. Quieres expresar la rabia de forma contenida, sin que te altere más, reflexionando las palabras y los movimientos, sin pasarte, sin hacer ruido ¡sin sentir rabia vamos!
Pues no es posible querida, no es posible. Y así debe ser. Recuerda que la rabia es un mecanismo de lucha y que va acompañada de grandes niveles de energía. Cuando tu sistema detecta un peligro, requiere una respuesta rápida que pueda eliminar la amenaza o que te dé tiempo para establecer una huida.
Como respuesta rápida, la rabia implica:
- Activación, no serenidad
- Velocidad, no lentitud
- Exceso, no contención
- Actuación, no reflexión.
Así que la rabia, por su naturaleza, es incompatible con no alterarse, con mantenerse pausada, contenida, reflexiva.
Puede que pienses que muchas personas son capaces de actuar así cuando están enfadadas. Déjame decirte que esto no es así, sólo lo parece. Puedes tener esa sensación porque existen caracteres diferentes; personas de naturaleza muy pausada o tranquila en las que es menos evidente un tono de voz elevado o una actitud no reflexionada. Pero todas las personas cuando se enfadan se activan y cambian su comportamiento.
Por otro lado, dado que el objetivo de la rabia es eliminar una amenaza, una estrategia de tu sistema puede ser hacer que tú parezcas una amenaza mayor; por eso gritas, dices palabrotas, haces mucho ruido u ocupas mucho espacio. Es muy probable que confundas esto con ser violenta, pero no es lo mismo, porque la agresividad en ese momento proviene de la defensa, no de la intención de imponer tu poder. Y su objetivo es sobrevivir a ese peligro.
Estas respuestas además le sirven a tu sistema para ganar tiempo, cuando más terreno puedas ganar al peligro que te amenaza, más tiempo tienes para huir si finalmente es necesario. Por eso te pasa que además de todo lo anterior, no puedes escuchar activamente en ese momento, porque toda tu energía está puesta en tu supervivencia. Pero aún hay más, ante un estímulo de peligro, no hay ninguna parte de ti que encuentre sentido a ser comprensiva con el peligro
¿Te pararías a escuchar cómo se siente la serpiente que te está intentando picar? ¿Te salvaría eso de su veneno?
Además de todo esto, tIenes que tener en cuenta que seguramente lleves tiempo sin expresar tu rabia o no te lo permites habitualmente, así que cuando sale, lo hace de forma más explosiva por la tensión acumulada.
Recuerda la relación de la rabia con el género. Te han negado y castigado esta emoción y también por ser mujer tienes interiorizado a fondo que debes priorizar al resto del mundo porque si no lo haces eres una egoísta.
Esto es un caldo de cultivo fantástico para que hayas interiorizado que por muy enfadada que estés, por mucho daño que te hagan, tienes que respetar, comprender y ser amable con la persona que representa un peligro. Párate un momento a pensar lo grave de este mensaje que te lanzan. Aunque te insulten, te falten al respeto, te toquen sin tu permiso o te obliguen a hacer cosas que no quieres, debes ser amable, debes comprender.
Pero es que, además, como te decía al principio, si dejas salir tu rabia y no eres amable como se espera de ti, aunque te estén haciendo daño, te dicen “mira cómo te pones” “exageras” “no es para tanto” y el foco de la discusión cambia. Ya no importa la agresión que hayas recibido, sino que tú estás nerviosa o que tu tono de voz es elevado. Que la culpa del conflicto y el mal rollo que está ocurriendo es tuya vamos…
Que el foco del conflicto se ponga en tus formas de expresar rabia es profundamente injusto; que te enfade más en un signo de salud.
En resumen, quiero lanzarte de que no necesitas expresar mejor tu rabia, necesitas legitimarla tal y como es. Dale el espacio que merece y escucha lo que tiene que decirte, ¡te aseguro que te será muy útil!!
Si te cuesta creer que la expresión de tu rabia no necesita mejoras y sientes que necesitas apoyo, puedo acompañarte.
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